Empieza a llegar el buen tiempo después del frío invierno, y también llegan las típicas dudas de cual será la mejor manera de guardar nuestras fundas nórdicas, rellenos nórdicos, mantas, etc.

Uno de los temas más comunes a la hora de guardar la ropa de cama es dónde y cómo hacerlo. Puede que tengas un armario destinado a guardar este tipo de ropa pero no sabes cuál es la mejor manera de guardarla para protegerla y que se arrugue lo menos posible. También puede ocurrirte que no tengas un espacio específico para guardarla y tengas que hacer sitio en tu armario común. En Textiles de Hogar te damos las pautas para aprovechar el espacio lo mejor posible y te indicamos cómo guardar la ropa de cama.

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Instrucciones para guardar las sábanas, fundas nórdicas, mantas, etc.

Elige el espacio donde guardarás la ropa de cama, ya sea un armario, un cajón o el canapé de la cama, que suele tener mucha capacidad de almacenamiento. Para que la ropa de cama no se mezcle con el resto de la ropa, compra cajas especiales para este fin y guarda ahí solo este tipo de ropa. La caja que vas a utilizar debe estar limpia y seca.

Es importante que laves las sábanas y la ropa de cama siguiendo las indicaciones que vienen en la etiqueta, antes de guardarla. Déjalas secar (mejor al aire libre) y una vez planchadas, puedes guardarlas en las cajas o en las estanterías del armario escogido para tal fin.

Coloca la ropa que más uses a una altura que te sea cómoda y la que menos uses o la ropa de cama que no sea de temporada (por ejemplo los edredones, mantas y nórdicos) guárdala por separado, ya que esta la usarás con menos frecuencia.

Para aprovechar más el espacio, podemos guardar los juegos de sábanas de la siguiente manera: meter las sábanas dentro de la funda de la almohada para tener así los juegos de sábanas ordenados por colores. Otra opción a la hora de ordenar la ropa de cama es hacerlo por tipo de ropa. Es decir, todas las sábanas bajeras juntas, las fundas de almohada juntas o las sábanas encimeras juntas. Así no te confundirás.

También puedes colocar una etiqueta en el frontal de la repisa o en la caja, para identificar más fácilmente a quién corresponde cada juego de cama. De esta manera, puedes categorizar los juegos de sábana por: “Matrimonio”, “Cama Pedro”, “Cama Maribel”, etc.

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Si quieres que tu ropa de cama huela bien, puedes colocar bolsitas especiales para este fin dentro de tu armario o caja. Así tendrás una sensación de frescor muy agradable cuando vayas a utilizar esta ropa.

Algunas prendas requieren un lavado especial, como algún tipo de mantas según su tejido. Algunas de estas prendas requieren ser lavadas en seco. Una vez las hayas recogido de la tintorería, es importante que sigas los consejos de almacenamiento que te indiquen en la tienda para evitar que se amarilleen y se estropeen.

Instrucciones para guardar los nórdicos hasta el próximo invierno

La frecuencia del lavado de los nórdicos va a depender de muchos factores, como son las exigencias personales o lo sucios que puedan estar. Mientras que algunos fabricantes recomiendan el lavado anual como mínimo, otros estiman preferible alternar lavado con un buen aireado en años alternos. En cualquier caso, debemos de evitar guardarlo sucio o con mal olor y siempre debe de lavarse si hay mascotas en casa que se suban a la cama.

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Muchos rellenos nórdicos traen una bolsa de almacenamiento, pero en ocasiones se rompe o simplemente no es la más adecuada. Se recomienda adquirir una de tela, preferiblemente de algodón, ya que permite la transpiración y evita que el edredón acabe con manchas de humedad o malos olores. Las bolsas plásticas, aunque más baratas, no son aconsejables para un buen cuidado de mantas o rellenos.

Tampoco es excesivamente recomendable el uso de bolsas para envasado al vacío, ya que al comprimir las plumas estas puede perder cualidades aun cuando se recupere la forma. Los rellenos sintéticos se ven menos perjudicados por este sistema, pero aun así es preferible no recurrir al mismo más que en casos en los que no sea posible realizar el almacenamiento de otro modo.

No se deben de poner sobre el mismo ningún objeto pesado que pueda aplastar demasiado la bolsa y el lugar en el que se guarde debe de ser lógicamente un sitio seco, para evitar las humedades o los hongos.

Antes de utilizar un relleno nórdico tras haber permanecido guardado varios meses se recomienda que se extienda y se airee. Se debe de comprobar que el relleno no está apelmazado y que las divisiones de la tela permanecen intactas.

Ya puedes despedirte de tu nórdico hasta el próximo invierno y saber que cuando vuelva el frío nuestro edredón estará en perfectas condiciones.