Si queremos asegurar una larga vida para nuestro conjunto de funda y relleno nórdico, tenerlo siempre como el primer día y poder disfrutar de todas sus cualidades como si fuera nuevo, debemos cuidarlo y mantenerlo, pero no os asustéis, el proceso es muy sencillo.
Mantenimiento de la Funda Nórdica
Las fundas, tiene un mantenimiento muy sencillo, similar al que puede darse a unas sábanas, siempre teniendo en cuenta el tejido en el que esté fabricada, para evitar dañar la prenda.
Las fundas nórdicas, esa conocida prenda parecida a un juego de sábanas que debido a su formación en pliegue, albergan en su interior un gran espacio para guardar el relleno nórdico, se han convertido en un elemento esencial en todas las camas de todos los hogares sobre todo, en las temporadas de frío.
Esta prenda, se trata de una funda lavable rellena de material de abrigo, que hace la función de manta y de sábana encimera al mismo tiempo. Además, son muchas las características destacables de la funda nórdica, como por ejemplo, la comodidad que nos proporciona, debido a su poco peso, su gran eficacia para calentar la cama o su gran función estética, ya que hoy en día podemos encontrar infinitas combinaciones y todos los modelos o estilos que puedas imaginar.
Pero sin duda alguna, debemos destacar una característica sobre todas las demás. Estamos hablando de su fácil lavado, ya que solo se necesita limpiar la misma funda. Pero debemos tener mucho cuidado a la hora de lavarlas, ya que debido a la gran intensidad de colores que algunas de estas prendas contienen, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- El primer lavado se debe realizar por separado, es decir, sin mezclar con otras prendas.
- Lavar la pieza siempre por el revés. Si se trata de una funda nórdica, debe de darle la vuelta, para que en caso de roce no pierda el color de la cara buena. Si se trata de un edredón, dale la vuelta de forma que la parte principal quede en el interior.
- Lavar con un detergente medio, sin abrillantador.
- Temperatura máxima de lavado: 40º
- Y por último, no sobrecargar la ropa de la lavadora.
Mantenimiento del Relleno Nórdico
Por otro lado, el relleno requiere unos cuidados más especiales que detallaremos a continuación:
El edredón debe airearse al menos una vez a la semana, aunque lo ideal sería hacerlo cada día antes de hacer la cama. Si no contamos con suficiente tiempo para airear el edredón, podemos hacerlo en el mismo dormitorio sacudiéndolo varias veces para que se ventile, de esta manera, permitiremos que el aire penetre por las fibras del relleno y la funda. Si tenemos más tiempo, se recomienda airearlo en el exterior y en un lugar donde, los rayos de sol, no incidan de manera directa, ni exista ninguna fuente de calor cercana para evitar que el relleno interno sufra desperfectos. Asimismo, se debe evitar exponer el edredón en días húmedos. Cuando aireamos el edredón, contribuimos a que esté ventilado y se eliminen malos olores, que el relleno se redistribuya correctamente en su sitio y logramos que desaparezca la humedad que haya absorbido durante la noche.
Si el relleno nórdico se mancha existen diferentes soluciones: podemos intentar frotar con un paño húmedo para intentar retirar la mancha, y si no es suficiente, podemos lavar el relleno en la lavadora con un programa para ropa delicada, con una temperatura siempre inferior a 30° y con muy poquito detergente. Si el relleno es sintético, no hay ningún problema, se mete en la lavadora y se puede secar al aire libre. En cambio, si el relleno es de plumas o plumón, lavarlo en la lavadora puede ser dificultoso, ya que se debe tener especial cuidado para no dañar el relleno y debe secarse en la secadora. Si tenemos dudas sobre el proceso, siempre podemos llevar nuestro relleno a una tintorería. Ante cualquier duda, prevalecen siempre, las recomendaciones del fabricante que podemos encontrar en las etiquetas interiores de la prenda.
Hay quien prefiere tener el edredón todo el año, pero en la mayoría de ocasiones se suele guardar durante la temporada estival. Para ello, tras haber lavado y ventilado la prenda, se recomienda guardarlo en su funda original o bien en alguna otra bolsa que lo proteja; posteriormente depositarla en un lugar seco. Nunca debe ser una bolsa de plástico puesto que no permite que la humedad salga pudiendo dañar el edredón. También, puede resultar útil almacenar el nórdico en una caja de cartón amplia. Antiguamente las mujeres (encargadas en la mayoría de hogares de las tareas domésticas) guardaban la ropa de cama en baúles o arcones, de esta manera, quedaban extendidas. Si contamos en casa, con un mueble auxiliar de estas características, puede resultar un lugar muy apropiado para guardar nuestro edredón nórdico. A veces, mirar hacia el pasado, te enseña lecciones y costumbres muy prácticas, de nuestros antepasados.
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